Andrés Fontenla sobre ‘Managers, can you hear me now?’

Andrés Fontenla

Socio director de Fontevalue Consulting y experto en búsqueda de directivos

Se podría decir más alto, pero no más claro. Denny F. Strigl realmente cumple su promesa: su guía es en esencia práctica, pero no solo eso; también resulta útil y necesaria para quienes tengan dudas sobre sus mandos intermedios o para quienes duden de sus capacidades. Tras su lectura, 202 páginas, puedo asegurar que quien aplique sus propuestas conseguirá resultados del modo correcto.

No hay excusas. Hoy día podríamos decir que quien no se convierte en un buen jefe es porque no quiere. Página a página, Strigl nos ofrece todas las claves, planteando las preguntas correctas. La primera: ¿para qué sirve un jefe? Obviamente, para conseguir resultados de modo ético. Su sentido del humor tampoco tiene desperdicio; tras describir lo que hacen los buenos jefes, añade: “No da para un máster en gestión empresarial y puede que por eso no se enseñe en ninguna universidad”. ¿Será ese el problema?

De gran interés es su disección de la función directiva. “El impulso va de arriba abajo, no al contrario”. Bien lo sabemos, pero ¿en cuántas organizaciones no se cumple? Lo que hacemos, no lo que decimos, es lo que crea cultura. ¡Nos guste o no! Strigl también analiza todos los mecanismos al servicio de una gestión responsable, si bien desgrana párrafo a párrafo las auténticas cualidades de los líderes: “[…] la simplicidad y la concisión y las aplican a todas sus actuaciones y sus comunicaciones, día tras día. La persistencia es una característica de los líderes de alto rendimiento”, expone.

Aumentar los ingresos, atraer nuevos clientes, conservar los actuales y eliminar costes son los cuatro focos de la actividad del líder. ¿Cómo lograrlo? El autor dedica espacio a explicar las conductas que bloquean los resultados. No debemos engañarnos; cuando un equipo no responde, hay que mirar hacia arriba. Como bien explica Strigl, “si el jefe no actúa con integridad ni inspira confianza, cercena la cooperación, el compromiso y la comunicación”. Queramos o no, si los mandos no son responsables, difícilmente se va a extender la responsabilidad en la plantilla. Asumir cada uno la parte que nos corresponde de éxito y también de fracaso da la talla de nuestro liderazgo, recalca, y los que ejercemos la dirección bien lo sabemos.

“No se trata de meter horas, sino de conseguir resultados”. Es inevitable –en más de un párrafo– vernos reflejados como país en tantos de sus comentarios. De lectura amena y fácil, además cuenta con cuadros que exponen otros aspectos más soft, como el día perfecto de un jefe motivado, cuyas propuestas pueden interesar y sonrojar a más de uno: “Los mejores jefes acuden despejados […]. Despejados quiere decir que han descansado porque han terminado la jornada a una hora adecuada y han tenido tiempo de desconectar”. ¿Cuántos cumplen o cumplimos?

Esta guía expone los nueve requisitos para triunfar y las preguntas adecuadas para que cada jefe pueda medir su posición, pero además comparte técnicas encaminadas a reforzar el sentido de responsabilidad en nuestros equipos y en nosotros mismos. Son 202 páginas imprescindibles para cualquier jefe tanto si está convencido de sus buenas capacidades como si considera que puede mejorar. Managers, can you hear me now? realmente se mete dentro de la mente de un líder de éxito y nos lo cuenta todo.

El libro

Escribe y pulsa intro para buscar