Ángeles Barrios sobre ‘Networking Is Not Working’

Ángeles Barrios

Directora de Marca, Comunicación y Digital de Philips Ibérica

Mi padre dedicó sus últimos veinte años de vida profesional a las relaciones públicas. Estamos hablando de los años setenta y los ochenta. Me decía que a los relaciones públicas se les llamaba los “hombres de la mano fría”, señores muy abiertos y simpáticos que se pasaban la jornada laboral sosteniendo una copa en la mano. Ya por aquel entonces mi padre se lamentaba de la frivolización de una función dedicada, básicamente, a abrir puertas y generar relaciones entre la compañía y sus clientes.

Hoy, los profesionales de las relaciones públicas se esconden tras las siglas PR y han evolucionado hacia modos menos banales de interacción, aunque aún subsisten muchos pretendidos eventos de networking. En sectores muy especializados, estas citas terminan siendo un mero “Hola, ¿qué tal?” entre los habituales del sector.

Desde hace algunos años, las redes sociales y la globalización llevan dándonos oportunidades de creación de redes de clientes y grupos de interés de verdadero valor para las organizaciones. El poder de estos “nuevos” entornos digitales está aún en gran medida sin explotar por las empresas, cuando son herramientas para una aproximación a esos grupos más allá de lo estrictamente comercial: como partners para compartir y crear contenido de valor en un determinado ámbito de actividad, algo que, a corto, medio o largo plazo, conduce a la generación de valor económico.

El sector de la salud ha sido, quizá, uno de los más avanzados en este sentido y se han ido creando comunidades de práctica en las que ha sido clave compartir y generar conocimiento. No hay que olvidar la capacidad que tiene lo digital de extender, amplificar y mantener vivas redes no virtuales más allá de las cuatro paredes de una sala de conferencias o una feria comercial. No hay más que ver cómo en los últimos años los eventos de networking más extendidos en el mundo de la salud han ido reduciendo la presencia de expositores. El verdadero networking y las verdaderas comunidades de conocimiento están en otro lugar y utilizan herramientas diferentes.

Por un lado, ya no hay evento que se precie que no tenga su preludio y su epílogo en las redes sociales o que no se retransmita vía streaming, multiplicando por cien, mil o mucho más su alcance y, por tanto, la posibilidad de generar un networking y una interacción con los grupos de interés mucho más profundos, menos efímeros, más eficientes y más globales. Por otro lado, las posibilidades de las redes sociales y las comunidades digitales generan un flujo permanente y relevante de conocimiento. Del networking pasamos al engagement y, por tanto, a la generación de valor compartido que conduce a la innovación.

Philips, en España, inició hace casi dos años una experiencia con “Comparte Innovación” (www.philips.es/comparteinnovacion), una plataforma abierta a profesionales para compartir contenidos de calidad y relevantes, en la que los protagonistas son ellos, a través de sus contribuciones, y no Philips. Esta plataforma también se desvirtualiza periódicamente con eventos que marcan hitos en los que se intensifica la conversación. Hemos observado que en tan solo un año el número de profesionales que contribuyen voluntariamente a la comunidad se ha triplicado, creciendo orgánicamente. Este “experimento” de networking basado en contenidos es una iniciativa en constante evolución, en la que las herramientas digitales –también en constante evolución– tendrán la clave de su éxito.

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