Eduardo García Erquiaga sobre ‘Lo que ahora importa’

Eduardo García Erquiaga

Director general de Galicia Business School y socio director de Ideo y Exponente Business

Bajas presiones, tormenta eléctrica, vientos huracanados y, sobre todo, una persistente y contumaz lluvia que no cesa. No es el parte meteorológico de esta primavera atípica en las Rías Bajas. Es la descripción del entorno competitivo de nuestras empresas en lo más intenso de esta crisis.

¿Cómo gobernar la nave y liderar en ese escenario? Atendiendo a lo verdaderamente importante. Como afirma Gary Hamel en su excelente libro What Matters Now, hay cinco grandes ejes que vertebran lo fundamental y yo me quedo con el primero: los valores.

Cuando navegamos en aguas turbulentas, los valores constituyen la orza de la nave. ¡Y qué fácil es alejarse de ellos! Probablemente nuestra previsión meteorológica sería otra si una parte fundamental de nuestro sistema financiero se hubiera aferrado a sus valores; me refiero a nuestras cajas de ahorros. Durante décadas fueron fieles a su misión: pequeñas y confederadas, cercanas a su territorio y orientadas a su obra social. Obtenían las ventajas del grande alcanzando la masa crítica cooperando y competían con la agilidad del pequeño, añadiendo valor, gracias a su cercanía y contribución social. Hasta que vieron la hierba más verde al otro lado de la valla, buscaron El Dorado en el territorio de sus socias y decidieron romper con sus valores.

Cuando tenemos una misión y unos valores, cuando está claro el para qué y el porqué, podemos resistir cualquier cómo. Innovamos porque sabemos lo que nos jugamos, nos adaptamos porque comprendemos el valor de resistir, nos mueve la pasión de saber que estamos en lo cierto y contamos con una ideología que nos hace responsables.

Nadie puede pilotar una empresa si no tiene la convicción de que el resultado obtenido depende esencialmente de lo bien o mal que lo haga

Creo que los buenos directivos tienen Rh+. Me explico. Esta característica del buen profesional hace referencia a tres rasgos que debe cultivar quien lidera una compañía:

  • R = responsable. Solo cuando somos responsables estamos al mando de una situación y dejamos de quejarnos y de culpar al mercado, a nuestros empleados, al gobierno o a los clientes. Nadie puede pilotar una empresa si no tiene la convicción de que el resultado obtenido depende esencialmente de lo bien o mal que lo haga.
  • H = honesto. Somos honestos cuando somos consecuentes con la realidad y actuamos y vivimos de acuerdo con la justicia y la verdad. Un directivo honesto es realista y consecuente, y lo es consigo mismo y con los que le rodean.
  • + = positivo. Los pesimistas no han nacido para dirigir; solo son observadores. ¿Recordáis aquel comandante de avión que hace un par de años se quedó sin motores al despegar en Estados Unidos? Se dirigió al pasaje y dijo: “Bonito paisaje sobre el río Hudson. Abróchense los cinturones, porque vamos a amerizar en el río”. Y lo hizo. Un piloto pesimista habría salido de la cabina, echándose las manos a la cabeza, culpando a los gansos que se incrustaron en las turbinas y vaticinando una catástrofe.

Lo dicho, sabemos que llueve, pero saldremos de esta practicando el Rh+.

El libro

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