Ignacio Urbelz sobre ‘El futuro de la dirección de recursos humanos’

Ignacio Urbelz

El director general y fundador de Katalyst, Strategy & Growth Advisors

Desde hace algún tiempo, la función de recursos humanos está sometida a continuo escrutinio y evaluación en cuanto al valor que aporta en las organizaciones de hoy. Esto permite que pensadores clave le presten atención y aporten sus ideas para la transformación de una función absolutamente crítica para el éxito de la empresa. El presente libro es un magnífico compendio de éstas y una invitación abierta a la reflexión sobre nuestro rol en el futuro.

En el nuevo entorno empresarial caracterizado por la globalización de la competencia, la necesidad de reducir los costes y el incremento exponencial en el uso de tecnologías de la información, las personas y el conocimiento que son capaces de generar y utilizar se vuelven componentes clave y diferenciales del éxito empresarial. El balance de poder se desequilibra, de esta forma, a favor de los trabajadores de valor añadido, produciéndose un retorno al humanismo renacentista que coloca al hombre en el centro de la creación y convierte a esta función en absolutamente estratégica.

Las implicaciones son verdaderamente importantes pues, aunque ha habido otros activos estratégicos antes que las personas, el capital humano tiene peculiaridades que lo diferencian del capital físico y financiero:

  • Así, en primer lugar, el capital humano no es objeto de propiedad por parte de otros. Las personas tienen identidad y capacidad de juicio y decisión propios. Ni son “recursos”, como parece indicar el nombre de nuestra función, ni necesitan ser gestionados o dirigidos por otros.
  • En segundo lugar, la inversión en el desarrollo de capital humano produce resultados, normalmente, a largo plazo, lo que no todas las organizaciones actuales están preparadas para aceptar. Por otra parte, se nos plantea: ¿es posible invertir en un activo que no nos pertenece o debería ser su propietario quien lo hiciese?
  • Finalmente, las personas son portadoras de valores que deben ser reconocidos.

Como consecuencia de todo ello se plantean, a mi juicio, importantes retos a la función de recursos humanos del futuro, cualquiera que sea su nombre y resida donde lo haga. Retos que demandan un rediseño completo de las organizaciones y la capacidad de, gestionando el cambio, lograr su implantación efectiva. Un rediseño que debe reconocer las peculiaridades del capital humano y generar un entorno adecuado que permita su mejor expresión y desarrollo. No se trata ya de poner parches a las organizaciones actuales (no se puede mejorar el diseño de un coche de caballos para competir con un fórmula uno), es necesario buscar nuevas formas organizativas que permitan incorporar y beneficiarse del mejor talento en el momento en que las organizaciones puedan necesitarlo.

Quizá debamos empezar a reconocer a las personas que aportan su valor a una organización como inversores que se invierten a sí mismos y que, por tanto, esperan un retorno adecuado a su inversión. Quizá hayamos de repensar los sistemas de compensación y gestión del desempeño para transformarlos en verdaderos sistemas que aseguren la rentabilidad a quienes se han invertido a sí mismos con nosotros. Es preciso reconocer y repartir el valor añadido entre quienes lo han generado, y éstos, en buena parte, son los trabajadores, no los accionistas.

De igual forma, habremos de entender la individualidad de cada una de las personas y tratarlas de forma diferenciada. Con nuestros clientes hace ya algún tiempo que oímos hablar del márketing uno a uno, que tratamos de entender la necesidad individual de cada uno de ellos, de aprender sus peculiaridades y adaptar nuestra oferta hasta convertirla en un diseño a medida. Tal vez es hora de comenzar a funcionar de forma similar con quienes son socios en la aventura empresarial.

Es imprescindible entender que las personas son y serán cada vez más el único factor diferencial y que el poder está de su lado más que de los poseedores de recursos financieros. La función de recursos humanos debe liderar la aceptación de este nuevo entorno en las organizaciones existentes y su transformación para alinearse con el nuevo paradigma.

El libro

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