Jesús Galindo sobre ‘Building the Real-Time Enterprise’

Jesús Galindo

Director general de Sector Público en Cisco España

Esta obra dibuja un mapa preciso para crear la empresa en tiempo real, única alternativa al cambiante y globalizado mundo en el que vivimos. Su propuesta de valor va más allá de la importancia de las tecnologías de la información; más bien las sitúa en el contexto adecuado para que rindan sus mejores resultados, pero inevitablemente tales resultados pasan por la optimización de la función directiva, por los comportamientos de las personas.

Hoy las tecnologías de la información nos permiten información en tiempo real, lo que nos lleva hasta actuaciones en tiempo real, ventaja competitiva que sólo se mostrará como tal si nuestros equipos directivos pertenecen a la nueva clase creativa, concepto acuñado por Richard Florida en sus libros El auge de la clase creativa y el más actual, El vuelo de la clase creativa. Este profesor de la Carnegie-Mellon demuestra que para triunfar en la globalización hay que atraer a la clase creativa, lo que significa construir equipos sustentados en las tres “T”: talento, tecnología y tolerancia. La mejor tecnología sin talento no logrará que ninguna organización despunte, ni que actúe en tiempo real. Tecnología más talento sin duda promete, pero ambas variables sin la tercera, tolerancia, no permitirá que el éxito sea continuado.

El cambio incesante es un hecho que ya nadie cuestiona. No hay nada permanente; lo dijo el buda Sakyamuni hace 2.500 años y hoy nuestros físicos cuánticos lo demuestran con fórmulas matemáticas. Hugos también lo argumenta y avisa de los peligros que acechan a los directivos de hoy; sobre todo, el miedo al cambio. Esa emoción es la que suele dar al traste con fantásticas estrategias: miedo y falta de confianza en las personas.

Vivir en tiempo real exige a las organizaciones procesos claros, como el propuesto por el autor, ODDA, que responde a observación, orientación, decisión y acción.

En la actualidad, las organizaciones de vanguardia disponen de la mejor tecnología, sinónimo de la más sencilla y de la más ágil para sus actividades; de los mejores procesos y de las mejores personas, las de mayor talento, definido como capacidad por compromiso. Inevitablemente, el éxito pasa por que las personas sean muy autónomas, muy capaces, con un elevadísimo grado de compromiso con los proyectos y las organizaciones para las que trabajan. Lo contrario, todos lo sabemos, no funciona. Hoy somos conscientes de que la suma de los comportamientos individuales se puede combinar para conseguir los mayores resultados o para todo lo contrario, para derrumbar las mejores estrategias. Y sólo depende de esas tres “T”: tecnología, que nos permite decidir y actuar en tiempo real; talento, que sólo alimentaremos confiando a cada persona de la organización una visión global y total, con acceso a toda la información relevante de las actividades de las que es responsable; y tolerancia, el mecanismo que nos permitirá ajustar las rigideces de cada momento.

Una organización que actúa en tiempo real cuenta con equipos que viven en tiempo real, es decir, que observan, orientan, deciden y actúan en el aquí y ahora, con la mejor información y con la ley de la impermanencia como su mejor aliado. La vida es cambio; vivir en tiempo real es vivir en el cambio, queramos o no, y las tecnologías de la información hoy nos lo facilitan. ¡Mejor, imposible!

El libro

La organización en tiempo real

Michael Hugos

El creciente flujo de datos que recoge lo que ocurre en cada instante y lo comunica a personas que se encuentran en lugares diversos está dando lugar a lo que llamamos «mundo en tiempo real». Se [...]

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