Pablo Cardona sobre ‘Delivering on the Promise’

Pablo Cardona

Profesor en la CEIBS de Shanghái. MBA por el IESE y doctor por la Universidad de California en Los Ángeles

Tres factores que se encuentran en la base de la nueva economía realzan cada vez más el valor central de las personas en la organización del siglo que empieza. El primero es la aproximación de las economías desarrolladas al pleno empleo. Lo que Japón consiguió en los ochenta y Estados Unidos a finales de los noventa parece ya creíble en la vieja Europa para mediados de la próxima década: la economía está generando más puestos de trabajo que trabajadores genera la sociedad industrializada. Esta situación producirá una verdadera batalla por conseguir trabajadores en todos los sectores.

El segundo factor que afecta a las personas en esta nueva economía es la deslocalización de los puestos de trabajo. Cada vez más, el trabajo se realiza desde distintos lugares y se coordina mediante tecnologías de la información y la comunicación. Esto produce grandes ventajas y no pequeños retos a la hora de seleccionar, formar y retener personas clave en la organización. La globalización de las empresas, que había dado lugar a unas demandas de carreras internacionales enriquecedoras y estresantes a la vez, puede encontrar nuevas fórmulas a través de los equipos virtuales y del teletrabajo.

El tercer factor clave es la aceleración de la innovación y de los trabajos que requieren una alta cualificación o talento. Países como Alemania y Estados Unidos están buscando talento fuera de sus fronteras para dar abasto a las crecientes necesidades de crecimiento, especialmente en el campo de las nuevas tecnologías. Esta circunstancia lleva a las empresas a reorientar sus políticas de captación, formación y retención de personas con conocimientos especializados, hasta el punto de crear programas muy costosos para atraer y formar a talentos con alto potencial.

Todos estos factores están forzando más que nunca a las empresas a pensar –y esta vez, de verdad– que las personas son el activo más importante de su organización. Delivering on the Promise llega, por tanto, en el momento oportuno. No estamos ya ante un tema especializado de recursos humanos, sino ante el tema básico de la empresa del futuro. La materia prima de las empresas del futuro está en el conocimiento de su gente y las empresas serán lo que sean las personas a las que han sabido seleccionar, formar y retener.

Delivering on the Promise ofrece una guía práctica y completa de las dimensiones que conviene tener en cuenta a la hora de analizar las inversiones en capital humano. Con ejemplos gráficos de las mejores prácticas, ayuda a entender cómo se pueden obtener beneficios en las distintas áreas de los recursos humanos: selección, retención y jubilación; remuneración y resultados; desarrollo profesional y formación; estructura organizativa; y facilitadores tecnológicos. El libro ofrece también unas plantillas llenas de experiencia que se pueden utilizar para contabilizar los distintos aspectos de la inversión en capital humano. Por todo ello, el libro puede servir de base a la hora de analizar los aspectos contables de un plan de desarrollo del capital humano en la empresa.

Sin embargo, el libro muestra una visión un tanto numérica del valor humano y adopta un enfoque de rendimiento de la inversión a corto plazo para los planes de selección, formación y retención de personas. Este enfoque es potencialmente peligroso, especialmente en un mundo que requiere una involucración de calidad de las personas que integran la organización. Medir los rendimientos de las inversiones en capital humano no es peligroso en sí –de hecho, es un avance necesario en la nueva economía–; el peligro está en otorgar excesivo valor a esas mediciones, como si las personas se pudieran catalogar y motivar tan fácilmente. Como afirmaba recientemente en el IESE el profesor Jeffrey Pfeffer, autor de The Human Equation, las medidas sin valores solo producen un mayor distanciamiento entre lo que debería hacerse y lo que realmente se hace. Al final, a la hora de seleccionar, dirigir y retener a los profesionales de talento, más que las medidas y las plantillas, lo que cuentan son los proyectos y los valores de la organización.

Pablo Cardona

Profesor en la CEIBS de Shanghái. MBA por el IESE y doctor por la Universidad de California en Los Ángeles

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