Aprender con la práctica de la atención plena

Roberto Alcíbar

Experto en entrenamiento en ‘mindfulness’, acreditado en el programa MBSR (Mindfulness-Based Stress Reduction), desarrollado por Jon Kabat-Zinn, para particulares, organizaciones y empresas.

Hace unos años tuve la suerte de recibir este libro de manos de Jon Kabat-Zinn, firmado y dedicado con el siguiente texto: “Que tu práctica de mindfulness continúe creciendo, floreciendo y alimentando tu vida y trabajo, en cada momento y día a día”.

¿Quién podía imaginar que un ejecutivo estresado iba a convertirse en instructor para ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad de tantas y tantas personas, impartiendo mindfulness a particulares y en organizaciones? Con un adecuado entrenamiento en mindfulness podemos mejorar mucho en concentración, claridad mental y visión y obtener unos excelentes resultados de reducción de estrés y ansiedad.

A lo que nos ayuda la práctica de la atención plena (mindfulness) es a “vivir viviendo”, a vivir “el aquí y el ahora”, habitando cada momento con los cinco sentidos. Ya me decían cuando era chaval: “Estate a lo que estás”.

Con un adecuado entrenamiento en ‘mindfulness’ podemos mejorar mucho en concentración, claridad mental y visión y obtener unos excelentes resultados de reducción de estrés y ansiedad

En mayor o menor medida, todas las personas se pasan gran parte del día dándole vueltas a la cabeza. Ese constante pensar y pensar, lejos de solucionar los problemas, en muchos casos, lo que nos produce son trastornos mentales.

“Vivir y más vivir” frente al “pensar y pensar”. La práctica de la atención plena invita a “vivir y más vivir”. La idea en sí no es dejar de pensar, ni mucho menos, pero sí aprender a tomarse los pensamientos de otra manera, sin quedarse enganchados a ellos. Se trata de aprender a distanciarnos de la mente para ver las cosas con claridad.

Como persona, una de las claves de la práctica del mindfulness es ayudarnos a convivir con nuestros pensamientos y emociones, pero desde una posición más despierta y atenta, dándonos cuenta de que son solo pensamientos y sin dejarnos arrastrar por ellos. Estar más consciente y ser más dueños de nosotros en lugar de estar enfrascados.

Algo que es capaz de propiciar la práctica de la atención plena es transformar la relación que mantenemos con nuestros pensamientos. El ruido mental nos impide serenarnos y disfrutar plenamente del momento presente. Nos olvidamos de que los pensamientos no son la verdad; son meros pensamientos.

Uno de los retos importantes al que todos nos enfrentamos es ‘desconectar el piloto automático’ con el que vivimos muy habitualmente y ‘enchufarnos’ a la vida presente de forma atenta

Otra clave de la práctica de la atención plena es reconocer que “la vida solo transcurre en el momento presente” y que, si te pierdes el presente, te estás perdiendo la vida.

Uno de los retos importantes al que todos nos enfrentamos es “desconectar el piloto automático” con el que vivimos muy habitualmente y “enchufarnos” a la vida presente de forma atenta.

Jon Kabat-Zinn define mindfulness como “la conciencia que surge al prestar, en el momento presente, una atención deliberada y sin juzgar”.

Al leer la dedicatoria del libro, “alimentando tu vida y trabajo, en cada momento y día a día”, intento recordar cada día que la práctica de la atención plena nos invita a zambullirnos de lleno en cada actividad que estemos realizando, en la vida cotidiana.

Esta práctica poco a poco me cambió la vida. Me enseñó a aprovecharla disfrutando y saboreando cada momento. ¿Acaso vivimos para desaprovechar la vida?

Roberto Alcíbar

Experto en entrenamiento en ‘mindfulness’, acreditado en el programa MBSR (Mindfulness-Based Stress Reduction), desarrollado por Jon Kabat-Zinn, para particulares, organizaciones y empresas.

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